En el último año, las cifras de siniestralidad laboral en España han crecido prácticamente en todos los sectores económicos. Hasta noviembre de 2022, por ejemplo, se habían producido 678 muertes, más de dos al día, incidentes a los que deben sumarse todos los accidentes que acaban en lesiones o las bajas por enfermedades relacionadas con el trabajo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha calculado que la siniestralidad laboral provoca cada año una pérdida de productividad de 1,25 trillones en todo el mundo.
Ante este panorama, la prevención es una pieza clave del engranaje para evitar los accidentes en el trabajo y las bajas por enfermedades laborales. La ley ya lo prevé, pero algunas empresas todavía hacen sólo lo mínimo para cubrir la normativa pero no impulsan de forma decidida esta prevención, que es crucial para garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable. Éstas son unas cuantas recomendaciones:
Para los empresarios y directores: es necesario inculcar una cultura de la prevención
1. Política de seguridad y salud ocupacional: Establecer una política clara de seguridad y salud que refleje la apuesta de la empresa por la prevención de accidentes. Esta política debe ser comunicada y conocida por todos los empleados.
2. Formación y sensibilización: Proporcionar formación regular a los trabajadores sobre los riesgos laborales y las medidas preventivas. La sensibilización es clave para que los empleados entiendan la importancia de seguir las normas de seguridad. Y aquí hace falta predicar con el ejemplo.
3. Evaluación de riesgos: Realizar evaluaciones periódicas de riesgos laborales para identificar áreas con mayores probabilidades de accidentes e implementar medidas correctivas.
4. Equipamiento de protección individual (EPI): Asegurarse de que los trabajadores dispongan de los EPI adecuados, en caso de que sean necesarios en su ámbito laboral, y que sean instruidos sobre su correcta utilización.
5. Comunicación abierta: Fomentar una cultura de comunicación abierta donde los trabajadores puedan informar sobre situaciones de riesgo sin miedo a represalias.
Para los trabajadores: es necesario incorporar principios de prevención
1. Conocer los riesgos: Informarse sobre los riesgos laborales asociados al propio puesto de trabajo y las medidas para su prevención.
2. Seguir protocolos: Respetar y seguir las normas de seguridad y utilizar EPI según sus indicaciones.
3. Comunicación: Reportar de inmediato a los supervisores cualquier condición insegura o incidente ocurrido.
4. Participación activa: Participar en programas de formación y sensibilización sobre seguridad laboral.
El motivo más habitual de baja laboral son las lesiones musculares y esqueléticas, vinculadas al sobreesfuerzo, cargas pesadas, movimientos repetitivos y posturas inadecuadas. Todo esto puede comportar lesiones como lumbalgias, tendinitis y síndrome del túnel carpiano. El estrés y el síndrome de burn out (sentirse quemado) están también en lo alto del ranking de los motivos de baja, junto con los accidentes en itinerancia.
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