¿Cómo es la vida de un enfermo de Crohn?
La enfermedad de Crohn es una patología inflamatoria intestinal que puede afectar a cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. Suele darse en personas jóvenes, que presentan síntomas como sangre en las deposiciones o fiebre. Es una enfermedad crónica que conlleva cambios en la vida de los pacientes.
La enfermedad de Crohn pertenece al grupo de enfermedades inflamatorias intestinales (EII). Es una patología crónica que, en ocasiones, resulta muy dolorosa y provoca diversos problemas de salud. Estos, a su vez, pueden ocasionar cambios en el día a día de los pacientes.
A día de hoy, todavía se desconoce su causa exacta. Lo que sí es cierto es que existen algunos factores que pueden agravar su sintomatología, pero no son la causa en sí de la enfermedad. Según las investigaciones, se considera que la predisposición genética o las deficiencias en el sistema inmunitario pueden influir en el desarrollo de la enfermedad de Crohn.
¿Cuáles son sus características?
- La enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. Lo más común es que afecte al extremo inferior del intestino delgado y al comienzo del intestino grueso.
- Puede aparecer a cualquier edad. Generalmente, se da más en adultos jóvenes, de 20 a 40 años.
¿Cuáles son sus síntomas?
Esta enfermedad se da en forma de brotes. Es decir, los síntomas de la enfermedad de Crohn suelen alternar periodos en los que el paciente se encuentra bien –se denomina fase de remisión– con momentos en los que la persona se encuentra mal –es decir, cuando sufre los brotes.
Los síntomas de la enfermedad de Crohn son muy similares a los de la colitis ulcerativa. La diferencia es que la enfermedad de Crohn puede ocurrir en cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano. Por su parte, la colitis ulcerativa se limita al intestino grueso; es decir, al colon.
Entre los síntomas más frecuentes de la enfermedad de Crohn, destacan:
- Síntomas digestivos: diarrea, dolor abdominal, sangre o moco en las heces.
- Síntomas no digestivos: aftas bucales, anemia, inflamación articular, lesiones en la piel, pérdida de peso.
Es importante consultar con el médico si aparecen cambios persistentes en los hábitos intestinales o la persona tiene alguno de los síntomas de la enfermedad de Crohn, como el dolor abdominal; la presencia de sangre en las heces; náuseas y vómitos; diarrea; fiebre sin causa aparente durante más de un día o dos, o pérdida de peso sin causa aparente.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Crohn?
Para poder diagnosticar la enfermedad de Crohn, más allá de evaluar los síntomas del paciente, el médico realiza pruebas complementarias que buscan localizar lesiones en el intestino.
Uno de los exámenes más importantes en el diagnóstico de esta enfermedad crónica es la colonoscopia. Esta prueba consiste en introducir un tubo flexible por el ano que permite visualizar el interior del intestino. También facilita obtener biopsias.
¿Existe tratamiento?
No existe una cura definitiva, pero para tratar esta enfermedad hay varias opciones. La base principal es el tratamiento farmacológico, que puede incluir corticoides, inmunosupresores, etc. En ocasiones, el médico también puede aconsejar alguna cirugía, sobre todo para tratar posibles complicaciones.
¿Cómo afecta a la vida del paciente?
Una de las cosas más importantes que deberá hacer el paciente es aprender sobre la enfermedad. Es importante también que el paciente se involucre en los cuidados propios. Vivir con una enfermedad inflamatoria intestinal puede ser un reto, pero con apoyo y una adaptación de los hábitos de vida pueden mitigarse los síntomas más graves.
Para ello, las personas enfermas de Crohn deben adoptar nuevos hábitos de vida saludable y seguir una dieta especial. Se recomienda, además, abandonar el tabaco, realizar ejercicio físico de forma regular y mitigar el impacto emocional con la ayuda de la familia y los amigos. El círculo cercano del paciente ayuda a reducir el estrés y colabora en la recuperación de su salud.
Finalmente, es indispensable seguir el tratamiento prescrito. Abandonarlo es muy negativo a la hora de controlar la enfermedad. Al ser una enfermedad crónica y con una sintomatología tan amplia, es importante aprender a evitar los brotes. Muchos pacientes con enfermedad de Crohn llegan a tener una vida normal gracias a su compromiso con el tratamiento.