Cuando sea viejo, lo único que realmente quiero tener son los recuerdos de una vida llena de historias vividas.
Hay personas que incluso eso han perdido.
La experiencia de trabajo en el ámbito de los ancianos durante los últimos 20 años, nos hace pensar que existen tres aspectos muy importantes a tener en cuenta en el futuro más inmediato, para cualquier proyecto de intervención dirigido a este colectivo, que son, por un lado, que el lugar de atención tiene que ser, durante el mayor tiempo posible, el domicilio; por otro lado, que es muy importante el papel de las familias y de los cuidadores informales en la ayuda de los ancianos; y finalmente, que una de las problemáticas más preocupantes es el incremento, cada vez más evidente, de personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
Asímismo, actualmente existen todavía pocas propuestas de atención de esta necesidad social, que tengan en cuenta todos estos aspectos. Las necesidades de las personas, aparecen y se desarrollan habitualmente de forma más rápida que la capacidad de la sociedad de detectar y dar respuesta a las mismas. El conocimiento de la problemática que genera la enfermedad de Alzheimer y cómo resolverla, es todavía incipiente, incluso entre los propios profesionales. Esto provoca que las ofertas de intervención sean todavía muy limitadas, y en algunos casos, poco adecuadas y adaptadas a las necesidades reales.
A partir de esta reflexión, consideramos que puede ser muy positivo desarrollar un proyecto que tenga presente estas tres características, y que al mismo tiempo, proponga algunos aspectos innovadores, persiguiendo como objetivo principal la mejora de la calidad de vida de las personas afectadas por estos deterioros cognitivos, así como la de las personas que cuidan de ellas.
La intervención en el propio domicilio de la persona mediante un programa de actividades de estimulación cognitiva, es un instrumento muy adecuado para atender esta necesidad que ya es presente hoy, y que lo será aún más en el futuro a corto plazo.
El programa de Estimulación Cognitiva se incluye en el paquete de servicios complementarios y se dirige a aquellas personas a las cuales se les ha diagnosticado un déficit cognitivo debido a una proceso de demencia.
Es fundamental que enfermos de Alzheimer tengan estimulación cognitiva pues dada la embargadura de la enfermedad, si pueden recibir ayuda en su propio domicilio, es positivo y muy gratificante para estos enfermos y sus familiares que tengan acceso a un servicio domiciliario que les sirva de estimulo para sobrellevar la enfermedad.