Las personas son lo más importante en el sector de atención a la dependencia
En todos los sectores empresariales la selección, formación y gestión de los recursos humanos representa uno de los aspectos de mayor importancia en los últimos años. En el sector de atención a la dependencia este interés por los profesionales se acrecienta de forma muy considerable, dado que son el principal valor con el cual podemos contar a la hora de desarrollar servicios para atender a personas en el ámbito sociosanitario.
La tecnología y los recursos materiales son importantes en el sector de la salud tanto o más que en otros sectores. Sin embargo, la base principal de un proyecto empresarial dirigido a la atención de personas con dependencia, son los profesionales con los que contamos para dicho proyecto.
En cualquier proceso de selección al que se enfrenta un candidato, se suele tener en cuenta las aptitudes y las actitudes. Las aptitudes son principalmente la formación y la experiencia acreditadas, no dicen “que” es el profesional que queremos contratar. Las actitudes son las capacidades y habilidades personales con las que cuenta el candidato, por tanto nos dicen “quien” es el candidato. Los dos aspectos son importantes, y es interesante valorarlos en el momento de contratar personas para trabajar teniendo cuidado de otras personas.
Importancia de una buena política de recursos humanos. 5 aspectos básicos
La Política de Recursos Humanos una empresa del sector de la dependencia tiene que poder garantizar disponer de una plantilla formada, motivada y especializada, para garantizar una capacidad de respuesta rápida y eficaz, tanto a la hora de iniciar un servicio, como reaccionar ante nuevas necesidades.
Este proceso se basa en 5 aspectos básicos:
- Máximo cuidado en la selección y contratación de profesionales, dando una importancia especial, además de los criterios de experiencia y formación, a aspectos actitudinales ante el servicio (vocación para tratar con personas, colaboración, estabilidad emocional, compromiso, etc.).
- Plan de Formación contínua para profundizar en aspectos prácticos de la prestación de servicios de atención sociosanitaria a la dependencia: además de la formación obligatoria que cada profesional debe tener para empezar a trabajar, es muy importante incorporar formación de forma continuada, para reforzar aspectos técnicos y sobretodo de modelo de atención.
- Formación en Prevención de Riesgos Laborales. Para prevenir posibles accidentes de los profesionales ante situaciones no previstas y por falta de medidas de prevención. Los riesgos laborales en el sector de la dependencia, y especialmente en la atención domiciliaria, son, como en todo sector, específicos y por tanto es necesario que los profesionales también estén reciclados de forma constante en estos aspectos.
- Responsabilidad Social. Cumplimiento de todas las garantías legales y laborales de sus profesionales. En este sector y en concreto en los servicios de atención domiciliaria, ha sido tradicional el mercado informal, y en los últimos años se está regularizando el sector, consiguiendo con ello mejorar las garantías tanto para los trabajadores, como también para los usuarios que reciben estos servicios.
- Código Deontológico de los profesionales de atención a la dependencia. No por ser el último en este listado de recomendaciones quiere decir que sea el menos importante. Todo lo contrario. Los aspectos éticos son tan básicos como complejos. Muchos estudios hablan de la importancia de este tema en el ámbito de la salud, y la experiencia nos demuestra que a menudo perdemos de vista algunos de estos aspectos éticos, y de la importancia de trabajarlos de forma continua con los profesionales.
Aptitudes y Actitudes
Como ya hemos comentado en este articulo, la selección de los profesionales es un aspecto clave en el que valoraremos aptitudes y actitudes de los candidatos. Cualquier proceso de selección que se precie, implica una preselección a partir de un curriculum debidamente redactado, una entrevista personal, una prueba psicotécnica y una comprobación de las referencias que el candidato aporte. En este proceso es nos debe permitir valorar las aptitudes y las actitudes.
Dentro de las aptitudes valoramos la formación. En el sector de la dependencia durante muchos años hemos contado con profesionales universitarios formados en el ámbito sociosanitario como fisioterapeutas, enfermeros, psicólogos, médicos, terapeutas ocupacionales, podólogos, logopedas, trabajadores sociales, educadores, entre otros.
En la atención básica, también han trabajado principalmente personas formadas a través de planes de formación ocupacional de las diferentes comunidades autónomas. Al no ser formación reglada, se ha generado una amplia diversidad de títulos (auxiliares de geriatría, auxiliares de enfermería, trabajadores familiares…) que ha dificultado la homogeneización de estos profesionales. La aparición hace ya algunos años del Ciclo Formativo de Grado Medio en Atención a Personas en Situación de Dependencia, ha mejorado sensiblemente este aspecto, y la acreditación profesional de aquellos que se habían formado en planes de formación ocupacional, ha permitido el reciclaje y la incorporación de estas personas al campo profesional de la dependencia.
Las actitudes, por otro lado, son tan importantes como la formación y la experiencia, y probablemente son más complejas de valorar en el proceso de selección. En este caso hablamos de valores, habilidades y capacidades, que aunque también se aprenden, tienen una serie de aspectos que complican y dificultan su valoración.
La atención a personas dependientes precisa de profesionales implicados, por lo que buscaremos vocación y interés especifico, que cuenten con buenas habilidades sociales (empatía, comunicación, asertividad, respeto a las diferencias, tolerancia, paciencia…) y que presenten una buena inteligencia emocional.
Las habilidades sociales son básicas en la profesión sociosanitaria, estamos hablando de personas que atienden a personas. A menudo pensamos que las hablidades sociales son algo intríseco a cada persona que no se puede variar (‘yo soy como soy’) y no es cierto, como vemos en un par de artículos de este blog esto no es así, podemos y debemos mejorar nuestras habilidades sociales formándonos y practicando con ellas, conscientes de la importancia que tienen en nuestro trabajo.
La inteligencia emocional también es un aspecto primordial. Entender que tenemos sentimientos y emociones que nos afectan, y que las personas que atendemos también los tienen, es imprescindible para realizar un buen trabajo profesional en el sector de la atención a la dependencia. A menudo un profesional bien formado y con experiencia, fracasa en su trabajo por falta de inteligencia emocional o habilidades sociales.
Si tenemos en cuenta lo comentado en el presente artículo, realmente podemos pensar en la complejidad en la gestión de las personas en empresas dedicadas a la atención a la dependencia. La captación, selección, contratación, formación y gestión de personas nunca es fácil, pero en este caso se hace especialmente difícil por todos los aspectos que hemos visto anteriormente. Por este motivo, si nos planteamos iniciar una actividad empresarial dirigida a atender a personas dependientes, se hace imprescindible buscar el asesoramiento experto de personas y entidades conocedoras del sector, lo cual nos permitirá conseguir una política de recursos humanos exitosa y con todas las garantías que necesitamos para ofrecer la mejor calidad en nuestros servicios.
Enrique Gómez
Director Técnico – Dependentia