Según todos los estándares, se conoce como talento senior a aquellos trabajadores que han entrado en la recta final de su vida laboral, antes de la jubilación. Esto incluye a todas las personas activas a partir de los 50-55 años, un grupo cada vez más numeroso y que en España ya roza los 7 millones de personas. Una cifra que evidencia la importancia de reconocer y valorar el potencial y la experiencia acumulada de estos profesionales para el desarrollo de las empresas.
Con el actual dinamismo, la gestión de este talento senior se ha convertido en un factor clave para el éxito de las empresas. Con la esperanza de vida en constante aumento y la población activa envejeciendo, resulta fundamental reconocer y aprovechar el potencial de los empleados con mayor experiencia. Y hay algunas medidas que se pueden tomar para no desperdiciar todo este capital:
- Reevaluar estereotipos y prejuicios: Uno de los primeros pasos para aprovechar el talento senior es superar los estereotipos y prejuicios relacionados con la edad. A menudo, se asocia la edad con una disminución de la productividad o la carencia de adaptabilidad. Sin embargo, numerosos estudios demuestran que los empleados más veteranos poseen habilidades valiosas: experiencia, conocimientos técnicos y capacidad para resolver problemas, que pueden contribuir significativamente al éxito empresarial. Se trata de desterrar el edadismo para potenciar la experiencia vital: a menudo los trabajadores mayores ya han afrontado alguna vez antes retos similares a los que ahora tienen planteadas las empresas y pueden aportar las soluciones que se tomaron en ese momento.
- Programas de mentoraje inverso: Implementar programas en los que los empleados más jóvenes son mentorizados por los senior puede ser una estrategia efectiva para transferir conocimientos y promover un intercambio generacional en la empresa. Esta práctica fomenta la colaboración y el aprendizaje mutuo, a la vez que permite a los empleados senior mantenerse actualizados con las últimas tendencias y tecnologías.
- Flexibilidad en la jubilación: En lugar de una jubilación abrupta, muchas empresas están adoptando enfoques flexibles que permiten a los empleados senior reducir paulatinamente sus horas de trabajo o desempeñar roles más consultivos y no tan ejecutivos. Esta suave transición no sólo permite a las organizaciones retener el conocimiento y la experiencia valiosa de los senior, sino que también ofrece a los empleados la oportunidad de contribuir y sentirse valorados durante más tiempo.
- Programas de formación y desarrollo: Para garantizar que los empleados senior se mantengan actualizados y adquieran nuevas habilidades, es esencial invertir en programas de formación y desarrollo adaptados a sus necesidades. Estos programas pueden abordar tanto aspectos técnicos como habilidades de liderazgo y gestión, permitiendo a los senior mantenerse relevantes y seguir creciendo profesionalmente. Para evitar que se sientan desfasados o superados en un mundo que cambia todos los días.
- Cultura inclusiva: Promover una cultura inclusiva y valorar la diversidad generacional es fundamental para aprovechar al máximo el talento senior. Las empresas deben fomentar un entorno donde las ideas y perspectivas de los empleados de todas las edades sean valoradas y respetadas. Esto puede lograrse mediante políticas de no discriminación, programas de reconocimiento y oportunidades de participación en la toma de decisiones.
- Planificación de la sucesión: Una adecuada planificación de la sucesión es esencial para garantizar una transición sin problemas y una continuidad operativa. Incluir a los empleados senior en la planificación de la sucesión permite una transferencia efectiva de conocimientos y asegura que el talento y la experiencia no caigan en el olvido.
Aprovechar el talento senior puede ser una baza importante para garantizar la competitividad de la empresa a través de la creación de equipos más fuertes y diversos, más ágiles en la toma de decisiones y con el back-ground necesario para prever qué es lo que puede ocurrir.