Pese a su gran importancia, todavía son muchas las personas que desconocen la función y el trabajo de los logopedas. Más allá de atender a niños y arreglar la pronunciación de la letra erre, estos profesionales pueden resultar de gran ayuda en la etapa adulta.
Los logopedas son cruciales a la hora de prevenir, detectar, diagnosticar y tratar trastornos de la comunicación, el lenguaje, la voz e incluso de la deglución o la audición. Así, si notas una afonía recurrente de la voz, el logopeda es tu especialista. Y, si ves que últimamente te cuesta tragar, también. La constancia y dedicación de estos especialistas médicos son clave en la rehabilitación de los pacientes con problemas lingüísticos, auditivos, vocálicos…
Los logopedas tratan también la pérdida de lenguaje o de vocabulario. Los problemas de lenguaje en los mayores generan, para muchos, situaciones de aislamiento social. Por ello, es importante la detección precoz de estas disfunciones –como puede ser la afasia– y ayudar a minimizar su impacto.
Más allá de la pronunciación
Por otro lado, los logopedas son esenciales ante diagnósticos de nódulos o pólipos, algo común en los profesionales que trabajan mucho con la voz, como los docentes, los actores, los abogados, los empresarios, los teleoperadores, los locutores o los cantantes. Estas disfonías funcionales –o lesiones en las cuerdas vocales– están ocasionadas por el mal uso o abuso vocal, y pueden provocar cambios estructurales de los repliegues vocales. Entre los factores clave que inciden en estos problemas destacan el estrés y la tensión.
Asimismo, si estás empezando a tener problemas de memoria o atención, el trabajo de un logopeda servirá para frenar el posible deterioro de tus funciones y mejorará, sin duda, tu calidad de vida. Y es que los logopedas tienen un papel crucial en la recuperación y mejora de la calidad de vida de pacientes con algún síndrome demencial que, claramente, ven afectado su lenguaje y memoria.
El deterioro del lenguaje en cada patología va a tener unas características distintas, dependiendo de si el síndrome es de origen vascular o degenerativo, o si afecta específicamente al hemisferio izquierdo del cerebro, al derecho o bilateralmente. Pero todas esas personas pueden encontrar mejoría en su trastorno gracias a talleres de memoria o de estimulación cognitiva controlados por logopedas.
¿Cuándo ir al logopeda?
A los logopedas popularmente se les conoce como “los fisioterapeutas” de las cuerdas vocales y de todas las estructuras relacionadas con el habla. Acudir a ellos está especialmente aconsejado en estas situaciones:
– Si has sufrido un accidente cerebro-vascular (conocido como “ictus”).
– Si tu voz falla con frecuencia (por ejemplo, si padeces disfonía, es decir, si muy habitualmente estás afónico o ronco).
– Si te han diagnosticado algún problema en las cuerdas vocales, como los nódulos o los edemas.
– Si tienes problemas al deglutir.
– Si te han diagnosticado una enfermedad neurodegenerativa, como parálisis cerebral, ELA, Alzheimer o Parkinson.
– Si te cuesta hablar (por ejemplo, si presentas tartamudez).
– Si tienes problemas de memoria o de atención.
El problema de la disfonía
La disfonía es uno de los trastornos más habituales relacionados con la comunicación y la capacidad del habla. La alteración se caracteriza por la pérdida del timbre normal de la voz y es debida a varias causas orgánicas o funcionales que tienen su origen, principalmente, en la laringe y/o en las cuerdas vocales. Los síntomas más habituales de la disfonía, que pueden presentarse de manera aislada o combinada, son la ronquera, el temblor en la voz, la voz monótona, las variaciones de su intensidad o la pérdida de los agudos. Además, también puedes tener tos, picazón y presentar dolor leve o moderado en la garganta.
La disfonía es crónica si se alarga más de dos semanas, momento en el cual (si no se ha acudido antes al médico) se hace aún más importante recibir ayuda médica por parte de un profesional, tanto para descartar cualquier lesión grave como para evitar males mayores, como por ejemplo la afonía (la alteración máxima de la disfonía: la pérdida total de la voz). El logopeda te ayudará en los procesos de rehabilitación de la voz mediante ejercicios con los que mejorarás la postura, la relajación, la respiración y la articulación, entre otros importantes aspectos.
Ejercicios para estimular y tratar los problemas del lenguaje
Con los ejercicios que te enumeramos a continuación también puedes estimular tus habilidades en el desarrollo del lenguaje:
– Nombrar objetos con pistas fonológicas.
– Jugar al ahorcado.
– Formar palabras con letras desordenadas.
– Seguir la línea.
– Escuchar una canción y cantarla.
– Completar refranes.
– Soplar bolitas de papel.
– Realizar ejercicios respiratorios (inspirar profundamente; soltar el aire poco a poco y, luego, rápido; realizar pequeñas inspiraciones…)
– Hacer ejercicios con la lengua y los labios (abrir mucho la boca, tocar el paladar con la lengua, silbar…).
Cuando se llega a la madurez, algunas personas muestran dificultades para comunicarse. Hay que recordar que los logopedas no solo trabajan con niños y no solo tratan los problemas de pronunciación. Si crees que presentas alguna dolencia de las descritas anteriormente, consúltalo con un especialista. Él será quien valore tu situación y te aconseje sobre el tratamiento más adecuado para tu caso en particular.
Dra. Claudia Pueyo
Directora médica adjunta