El herpes es una enfermedad muy común y suele ser la responsable de las calenturas alrededor de la boca. Esta patología está causada por la infección de un virus que se caracteriza por originar lesiones inflamatorias en la piel, normalmente en la boca. También puede aparecer en otras zonas y se manifiesta como pequeñas ampollas rojas.
El virus del herpes simple es un virus usual. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente un 67% de las personas, a escala mundial, tiene una infección por VHS-1 y un 11%, una infección por VHS-2. Es contagioso y, además, a partir de su primera aparición, permanecerá latente en el organismo hasta que reaparezca en un nuevo episodio.
Los herpes suelen volver a aparecer en momentos de estrés, bajada de defensas o cambios de temperaturas. Aunque normalmente no es una enfermedad grave, en algunos casos pueden darse algunas complicaciones relacionadas con esta infección, por ejemplo, en pacientes inmunodeprimidos.
Los principales síntomas cuando se desarrolla la infección por primera vez son:
- Llagas o ampollas
- Dolor y picazón
- Ganglios linfáticos inflamados
- Fiebre
- Fatiga y sensación de malestar
Las dos tipologías de virus
El herpes es el resultado de la infección con el virus del herpes simple (VHS). Existen dos tipologías: el tipo I, que suele ocasionar lesiones en boca, cara o zona superior del cuerpo, y el tipo II, que afecta a la zona inferior del cuerpo, sobre todo a la zona genital.
- VHS-1
El herpes simple tipo I se llama también herpes labial, porque suele contagiarse de una persona a otra por contacto cercano, por ejemplo, al besarse; aunque también puede haber un contagio bucogenital y que los síntomas se produzcan en esa zona. Normalmente, se coge por primera vez en la infancia o adolescencia y ya se sufren siempre, de forma intermitente, sus calenturas.
Muchas veces, esta infección no presenta síntomas y, por eso, mucha gente desconoce que es portadora del virus. El síntoma más común son las lesiones en forma de heridas y ampollas alrededor de la boca.
- VHS-2
El herpes tipo II se llama también herpes genital porque es el principal causante de que la infección aparezca en esta zona. La mayoría de las personas que tiene este tipo de herpes tampoco presenta síntomas, o si los tiene son muy leves. Así que, a veces, se confunde con granos o pelos encarnados en esa área.
Si aparecen llagas tienden a desarrollarse en el pene, alrededor o dentro de la vagina, en los glúteos o en el ano. En ocasiones, el herpes tipo II puede causar dolor al orinar y cambiar la secreción vaginal, incluso derivar en fiebre, dolor o hinchazón. En proporción, afecta mucho más a mujeres que a hombres.
Tratamiento del herpes
Cuando una persona padece la enfermedad de herpes, lo único que puede hacer es tratarlo. Es decir, no existe cura para esta enfermedad. No obstante, hay medicamentos que pueden prevenir o disminuir la duración de los brotes.
Por lo tanto, el tratamiento se basa en la mejora de los síntomas como las calenturas o las llagas. El más habitual son los medicamentos antivíricos, a menudo aplicados en forma de pomadas. Se usan para ayudar a que las llagas sanen más rápidamente e, incluso, para reducir la frecuencia, la duración o la gravedad de futuros brotes.
¿Se puede prevenir el herpes?
Prevenir el contagio por herpes no es fácil, ya que habitualmente la persona infectada no sabe que lo está. Es más probable contagiarse en el momento de los brotes, por lo que, en esos días, se recomienda evitar contacto bucal directo o indirecto, en el caso del VHS-1. Es decir, hay que evitar compartir vasos u otros objetos.
Una persona que ha contraído el VHS-1 no puede volver a contagiarse, pero sí puede contraer el virus del herpes tipo II, por lo que sigue siendo necesario utilizar protección, como el uso correcto de preservativos.
Finalmente, es aconsejable limitar el estrés, no tocarse las llagas y usar protección en las relaciones sexuales.
¿Cómo se propaga el herpes genital?
El contagio del herpes genital suele producirse durante las relaciones sexuales. Emplear siempre un preservativo es una forma de reducir el riesgo de contagio, aunque no se llega a evitar al 100%.
Además, si una persona no tiene herpes puede infectarse si entra en contacto con el virus presente en:
- Una llaga de herpes o una llaga no visible.
- Saliva o secreciones genitales, si la pareja tiene una infección de herpes oral o genital.
- La piel de la zona bucal, si la pareja tiene una infección de herpes oral, o la piel de la zona genital, si tiene una infección de herpes genital.
- También es posible contraer herpes genital al recibir sexo oral de una pareja que tenga herpes oral.
Cómo calmar el dolor
Finalmente, algunas personas admiten que llegan a sufrir escozor y malestar general cuando están en pleno brote de esta enfermedad. Uno de los consejos más habituales es colocar paños tibios en la zona dolorida. Además, es importante mantener seca y limpia el área donde se presente la calentura y, para minimizar la incomodidad del herpes genital, es aconsejable usar ropa interior de algodón.