La artrosis es una enfermedad crónica de las articulaciones. Sus síntomas más habituales son dolor en las articulaciones, crujidos y problemas de movilidad. En España afecta a más de 7 millones de personas. Y lo que es más preocupante, según la Fundación Internacional de la Artrosis, el 30% de la población española padece artrosis no diagnosticada. Su aparición aumenta con la edad y es habitual que empiece a padecerse a partir de los 50 años, sobre todo en las mujeres.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 28% de las personas mayores de 60 años tiene artrosis. En el 80% de los casos, esta enfermedad limita los movimientos del paciente. La artrosis suele tener una mayor incidencia en rodillas, caderas, manos y la columna vertebral.
¿Cómo saber si sufro artrosis?
La artrosis es una enfermedad degenerativa articular que destruye de manera progresiva la articulación, poniendo así en peligro su funcionalidad. Se trata de una patología crónica que provoca inflamación y problemas de funcionalidad en alguna articulación, además de dolor. Durante las épocas frías, su sintomatología suele empeorar.
Los síntomas más habituales son:
- Dolor
- Deformidad
- Limitación de la movilidad
Esta enfermedad reumática, que afecta a las articulaciones, es crónica, ya que lo que produce es un proceso degenerativo en el cartílago que recubre los huesos de la articulación dañada. Al inicio de la enfermedad, el paciente notará dolor al mover la articulación. Con el paso del tiempo, podrá sentir estas molestias incluso cuando esté en reposo.
A medida que una persona envejece, es más habitual que aparezca esta enfermedad y, sobre todo, que el paciente vaya perdiendo autonomía, debido a la limitación de movimiento o la deformidad de la zona. Por eso, se considera que esta patología es una de las causas más comunes de la discapacidad en las personas mayores. La mayoría de casos requiere reposo y no hacer esfuerzos y es, precisamente, ese posible sedentarismo el que puede provocar mayor grado de dependencia.
¿Qué causa la artrosis?
La causa concreta no está clara a día de hoy, pero sí existen ciertos factores que inciden en la aparición de esta enfermedad.
- Edad. Los casos de artrosis aumentan a partir de los 50 años.
- Sexo. Suele afectar más a mujeres, sobre todo de entre 50 y 55 años, y en la etapa de la menopausia.
- Sobrepeso. La obesidad y/o el sedentarismo también se consideran factores de riesgo.
- Genética. En un 65% de los casos, esta enfermedad tiene un componente genético.
- Lesiones. Traumatismos repetidos o lesiones pasadas en las articulaciones contribuyen a la aparición de la artrosis.
- Deformidades
Tratamientos de la artrosis en personas mayores
Actualmente, no existe un tratamiento curativo para combatir la artrosis. Sí existen hábitos y terapias para aliviar los síntomas y atenuar el dolor y evitar la rigidez. Además, uno de los objetivos de dichos tratamientos es mantener el máximo de tiempo la capacidad funcional de la persona. Se trata, por lo tanto, de retrasar la evolución de la enfermedad.
- Antiinflamatorios y analgésicos. Con terapia farmacológica se consigue disminuir la inflamación de la zona y aliviar el dolor.
- Medicamentos condroprotectores. Además de minimizar el dolor, retrasan el deterioro de la articulación.
- Cirugía. Cuando la enfermedad se encuentra en un estadio muy avanzado, la artroscopia o sustitución articular es lo más habitual.
¿Se puede prevenir?
No se puede prevenir completamente, pero sí retrasar su aparición tomando ciertas medidas y hábitos saludables:
- Dieta sana y equilibrada y rica en calcio.
- Ejercicio físico, sobre todo aeróbico, y actividades para estimular la psicomotricidad. Otras actividades recomendadas son los ejercicios en el agua y la natación.
- Control del peso. Con una buena alimentación y la práctica regular de ejercicio se puede combatir la obesidad y el sobrepeso.
Consejos para pacientes con artrosis
La Sociedad Española de Reumatología (SER) recomienda, entre otros aspectos, a los pacientes con artrosis mejorar su calidad de vida gracias a estos hábitos:
- Establecer rutinas en el hogar como no estar quieto más de diez minutos o usar zapatos anchos y de suela gruesa
- Aplicar calor en la articulación que causa dolor con una esterilla eléctrica o una bolsa de agua. Se alivia el dolor y se relaja la musculatura
- Dormir en la cama de manera plana
- No sentarse en sillones o sofás hundidos y utilizar sillas con respaldo recto
- Evitar sobrecargar las articulaciones. Para ello, se recomienda no coger pesos excesivos ni caminar por terrenos irregulares
Dra. Claudia Pueyo
Centro Médico Atlàntida