Se conoce como servicios de atención domiciliaria (SAD) el conjunto de recursos que tienen como objetivo garantizar la atención a las personas que lo necesiten en su casa, ya sea de forma presencial o a distancia. Son servicios que han ido ganando protagonismo en los últimos años y, a raíz de ello, han sobrepasado el ámbito estrictamente familiar y se han ido profesionalizando.
Los avances médicos y científicos y los cambios sociales y demográficos han propiciado esta expansión de los SAD. Por un lado, desde hace muchos años se sabe que prácticamente todo el mundo prefiere envejecer en casa: para mantener la intimidad, por comodidad, para preservar la historia de vida… los motivos son múltiples. Y por otro, se ha logrado convertir en crónicas muchas enfermedades que antes eran mortales. Esto, junto con las mejoras en la alimentación y en el estilo de vida, ha contribuido a alargar la esperanza de vida.
Gracias a estos dos factores y cambios administrativos y normativos -como la llamada Ley de la Dependencia-, los SAD han experimentado un fuerte crecimiento y una profesionalización. Esos cuidados que antes procuraba la familia, ahora los hacen personas formadas y capacitadas. Los SAD no sólo atienden a las personas mayores, sino también a las personas que, por la causa que sea, tienen la autonomía limitada. Pero aún queda mucho trabajo por hacer.
Retos de futuro
Con el alargamiento de la esperanza de vida, el porcentaje de personas dependientes aumenta y, por eso, los SAD deben encarar varios retos de futuro:
- Incorporar aún más la tecnología para mejorar la comunicación y la socialización, la telemedicina preventiva y de seguimiento, el apoyo emocional y psicológico, el seguimiento de hábitos saludables y la domótica, entre otros. Herramientas que deben complementar y mejorar los recursos telemáticos actuales, que son básicamente la telealarma y la teleasistencia.
- Mejorar la atención de las personas desde las personas y, en esta línea, es necesario pensar en cambios en la habitabilidad (senior living, coliving…) que pueden incorporar nuevos modelos de cuidados.
- Aumentar aún más la profesionalización del sector, mejorando y potenciando la formación reglada y la capacitación de los profesionales.
- Diseñar herramientas legales y administrativas que permitan a las personas mayores y sus familias vivir de forma más independiente y con mayor protagonismo en la toma de decisiones.
El conjunto de los SAD con financiación pública en Catalunya supuso un gasto de 92 millones de euros en 2021, una cifra que muestra la importancia que año tras año van adquiriendo estos servicios.
En Dependentia llevamos más de 20 años trabajando para que las personas con dependencia sean atendidas, siempre que sea posible, en su propio hogar.