Recomendaciones para reducir el estrés del cuidador durante las vacaciones



Las fiestas navideñas son un momento del año en que podemos disfrutar de un periodo de descanso vacacional, de nuestros seres queridos, de aficiones, de tiempo para nosotros,… Sin embargo, para los cuidadores familiares, se pueden convertir en una causa más de sobrecarga y estrés. El estrés se produce por la suma de mucho trabajo y poco descanso, y se refleja tanto a nivel físico como emocional, provocando un desgaste importante que incrementa el riesgo de olvidarnos de nosotros mismos.

Estas fiestas son proclives a hacernos recordar otros momentos de nuestra vida. En el caso de los cuidadores de personas dependientes, estos recuerdos se pueden convertir en una experiencia negativa, porque hacen más evidentes las pérdidas que hemos tenido, como puede ser el deterioro de la persona cuidada, la mayor necesidad de atención, la sensación de que nuestra vida cada vez tiene más aspectos desagradables.

En vacaciones, también se pueden incrementar los encuentros familiares. Este hecho en sí puede ser muy positivo, agradable y feliz, pero a veces, en las familias con personas dependientes, hay tensiones debidas, con frecuencia, a la culpa y al cansancio, incluso a la claudicación y, en estas situaciones, las reuniones familiares pueden generar más estrés.

Creemos que es muy importante, si eres un cuidador familiar, seguir unas pautas sencillas, pero a la vez eficaces, para que las fiestas navideñas sean un momento durante el cual disfrutar y minimizar los sentimientos de estrés.

  • Ponte objetivos asumibles y límites manejables para ti mismo. Es importante tener objetivos que nos ayuden a avanzar, pero si no son inasumibles crean frustración y desesperación. Si nos ponemos expectativas asumibles y las logramos, veremos mejorar nuestra autoestima

  • No compares este momento con otros más felices. Si en el pasado ha habido momentos mejores, no los has perdido, son parte de tu vida y puedes disfrutar recordándolos. Cada momento de la vida es diferente y puede disfrutarse a su manera. 

  • Recuerda que no es obligatorio sentirse feliz. En las épocas navideñas podemos sentirnos mal a causa de sentimientos de tristeza o soledad. El dolor y la pena son emociones normales en ciertas circunstancias de la vida. Por ello, no debemos sentirnos culpables. Es bueno aceptar nuestro dolor e intentar disfrutar de las pequeñas cosas del día a día que nos proporcionan momentos agradables. 

  • Cuida tus relaciones sociales. Es probable que no te apetezca mucho encontrarte con amigos y familia porque estás cansado y te falta motivación, pero aislarte no es la solución. Dicen que las penas compartidas son medias penas y las alegrías compartidas son dobles alegrías. Comparte momentos con tus familiares y amigos, buscando aquellas personas más positivas de tu entorno que te generen energía saludable. 

  • Déjate ayudar. El cuidador de una persona dependiente debe cuidarse para seguir cuidando. No cargues toda la responsabilidad sobre tus espaldas. A menudo es necesario recibir ayuda para atender al familiar enfermo y, en estas fechas festivas, más todavía. A veces tenemos en nuestro entorno personas dispuestas a ayudarnos, pero no nos damos cuenta. También es posible hacer uso de recursos comunitarios como servicios de ayuda a domicilio, centros de día o la ayuda de voluntarios. 

  • En ocasiones, es difícil que la persona que cuidas participe en las reuniones familiares, por la complejidad y el estrés que conlleva. En este caso, comparte estas dificultades con la familia y buscad juntos alternativas que te ayuden a disfrutar de las fiestas. 

  • Mantén una alimentación saludable. Aunque está bien darse caprichos durante las fiestas, procura no abusar del consumo de alcohol y de los excesos en tu dieta. Una buena alimentación nos ayuda a sentirnos mejor física y psíquicamente. 

  • Haz ejercicio de forma regular. Aunque te parezca que no tienes tiempo, actividades como caminar, nadar o pasear en bicicleta generan magníficos beneficios personales y te harán sentir muy bien. Algunas de estas actividades las puedes compartir con la persona que cuidas y será un beneficio para los dos. 

  • Duerme cada día entre 6 y 8 horas. El sueño reparador es absolutamente necesario para mantener un buen estado de salud. A menudo la ansiedad y la depresión producen trastornos del sueño, si te encuentras en esta situación busca ayuda profesional y seguro que podrá mejorar tu estado.

  • Finalmente, cuídate mucho. Cuida tu aspecto físico, te hará sentir mejor contigo mismo. Intenta encontrar tiempo para ti mismo para hacer las cosas que más te gustan.

Y recuerda, en estas Navidades, tú también vas a poder disfrutar de las fiestas.

Enrique Gómez Prieto
Equipo de psicología – Dependentia

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