Así es el método Rolfing para recuperar la movilidad del cuerpo
Creada por Ida Rolf, esta terapia consiste en un trabajo corporal profundo para remodelar el cuerpo hasta situarlo en su eje central. El método Rolfing es beneficioso para tratar el dolor de espalda, problemas de columna o el dolor musculoesquelético de después del embarazo.
El método Rolfing es una terapia corporal que se realiza mediante un masaje y que se basa en prácticas como el yoga o la osteopatía. Creada por Ida Rolf, esta técnica de trabajo tiene el objetivo de remodelar el cuerpo hasta situarlo en su eje central y restablecer el equilibrio corporal tanto en el terreno físico como en el emocional. Actualmente el método Rolfing se practica por miles de terapeutas en países diversos.
Su objetivo es recuperar el equilibrio corporal, tanto a nivel físico (musculoesquelético) como psicoemocional. Considera que la postura es un factor clave en el bienestar de la persona, puesto que nuestro estado anímico influye en nuestra postura, y ésta también influye en cómo nos sentimos.
Se basa en reeducar la postura y el movimiento a través de masajes profundos que producen un cambio interno en el cuerpo del paciente. La filosofía de esta práctica es aliviar la tensión de la estructura musculoesquelética actuando sobre los tejidos conectivos, que son, precisamente, los que mantienen el cuerpo conectado.
¿Para quién está recomendado el método Rolfing?
Muchos problemas y molestias, como el estrés, la falta de energía o el dolor crónico, son debidas a malas posturas o movimientos. Por eso, estos masajes son muy recomendables para todas aquellas personas que quieren aliviar un dolor muscular o esquelético y reeducar su posición corporal.
Más concretamente, el método Rolfing es beneficioso para aliviar y tratar algunas afecciones, como:
- Dolor de espalda
- Síndrome del túnel carpiano
- Problemas en la alineación de la columna
- Problemas de las articulaciones
- Falta de coordinación
- Dolor musculoesquelético durante y después del embarazo
- Lesión por esfuerzo repetitivo (RSI)
- Accidente o cirugía (rehabilitación)
- Ciática
- Estrés
¿En qué consiste?
El Rolfing concibe el cuerpo humano como si se tratara de un edificio, cuyo centro está en la pelvis. Debido a traumatismos emocionales o físicos, los huesos pierden su posición en el eje, cosa que influye en la estabilidad de todo el cuerpo. Debido a esto, aumenta el esfuerzo muscular necesario para mantener la estructura en vertical. Ese esfuerzo adicional lo asumen los músculos superficiales, generando, por ejemplo, contracturas.
Durante las sesiones, el terapeuta debe hacer una valoración de la estructura/postura del paciente, así como de algunos movimientos o acciones diarios que realiza, como, por ejemplo, la forma de caminar o respirar. Posteriormente, se realiza el tratamiento tumbado en la camilla, en distintas posiciones, en función de la zona que se va a tratar.
Para devolver al cuerpo su alineación correcta y su flexibilidad, el terapeuta palpa, presiona y manipula el cuerpo de forma vigorosa y profunda. Esto implica pellizcar, alisar, masajear y/o presionar el cuerpo con los dedos, las palmas de la manos, los puños y los codos. El objetivo final es estirar y suavizar el tejido conectivo.
Este masaje se realiza por todo el cuerpo, desde la parte superior de la cabeza hasta las plantas de los pies. Consiste en modificar viejas actitudes y posturas adquiridas que no eran beneficiosas para el cuerpo.
Beneficios del método Rolfing
Esta técnica de integración postural produce, por lo tanto, un cambio interno, eliminando los bloqueos y la tensión fisiológica. Entre otros, los beneficios que se obtienen son un cuerpo más relajado, flexible, dinámico y con mayor reserva de energía.
Además, esta técnica de trabajo corporal:
- Mejora la postura y el aspecto físico
- Reduce el dolor crónico
- Alivia las tensiones agudas o crónicas
- Mejora la circulación
- Aumenta la flexibilidad y la coordinación
- Aumenta el rendimiento físico
- Reduce los niveles de ansiedad y estrés
- Desarrolla la inteligencia corporal
Finalmente, este método de integración estructural ayuda a tomar conciencia corporal. Y es que, con la reeducación del movimiento y de los hábitos diarios que se hacen durante las sesiones, los beneficios que se adoptan se mantienen en el tiempo de forma duradera.
Dra. Clàudia Pueyo
Centre Mèdic Atlàntida