Todos los que trabajamos en servicios de atención a la dependencia, sabemos que los SAD son una pieza clave en la atención a las personas con dependencia, y muy especialmente en el cuidado de las personas mayores. Cada vez hay más ancianos que no quieren ser institucionalizados en una residencia y optan por envejecer en su domicilio. En Dependentia, ya hace 20 años que trabajamos para que estos colectivos, siempre que sea posible, sean atendidos en su propio hogar.
La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha visibilizado algunas de las muchas necesidades de los seniors y las personas con dependencia. Así, hemos visto como la pandemia ha activado la solidaridad social y voluntarios se han ofrecido a cubrir algunas de las necesidades más básicas de las personas mayores y con dependencia como, ir a comprar, hacer la comida o sencillamente saber si se encontraban bien o necesitaban algo.
Y si bien, estas muestras de solidaridad son de agradecer, también ponen en evidencia la importancia y la necesidad de que las administraciones públicas inviertan en los SAD para aumentar los niveles de cobertura que, tradicionalmente han recibido estos servicios, y los recursos que les destinan.
Aunque la gestión de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha visibilizado el papel clave de las SAD, las administraciones públicas no han contado con nosotros ni nos han proporcionado ningún apoyo, a pesar de estar ofreciendo, en la mayoría de casos un servicio público de primera necesidad. No han pensado en nosotros en el reparto de EPIs, ni en el de material sanitario (mascarillas, guantes, geles hidroalcohólicos …), ni en los test de diagnóstico y detección de la Covid-19.
Repercusiones económicas y laborales
Tampoco se han valorado, los problemas añadidos a los que se enfrenta el sector de la atención domiciliaria. El primero de estos problemas es considerar las bajas preventivas por Covid-19 como enfermedades comunes y no como accidente laboral. Actualmente, el 10% de nuestra plantilla, pese a no tener ningún caso de Covid-19, está en cuarentena por haber estado en contacto con alguna persona afectada por el virus. Para nosotros, sería importante que las bajas preventivas de los trabajadores del sector se contemplen como accidente laboral, tal como estableció durante el primer brote de la pandemia. No tiene sentido que entonces fuera un accidente laboral y ahora una enfermedad común con las consecuencias económicas y empresariales que supone para un sector tradicionalmente con pocos recursos.
El segundo problema, está muy vinculado al primero. Durante el confinamiento, para las SAD era mucho más «sencillo» trabajar porque la trazabilidad del virus era mucho más fácil, ya que sólo podían salir a la calle los servicios esenciales. Con la vuelta a la normalidad, el riesgo de exposición al virus ha crecido exponencialmente, sobre todo en los entornos personales de los trabajadores, dificultando de manera considerable nuestros servicios.
A pesar de esta realidad, Dependentia no solo ha seguido atendiendo a los usuarios que tenía con todas las garantías -gracias al hecho de formar parte del Grupo Atlàntida que nos ha dotado de todo lo necesario- sino que hemos visto crecer un 25% la atención a usuarios de centros de día y hemos sido una de las empresas seleccionadas por la Generalitat de Catalunya para apoyar a 14 residencias del Barcelonès, Maresme y Vallés Oriental.
Durante los meses del confinamiento, los profesionales de Dependentia cubrieron las bajas de personal de los centros públicos de estas comarcas y ayudaron a hacer frente a la pandemia. Al finalizar el estado de alarma, durante el mes de junio, el servicio de apoyo a las residencias se desactivó, a pesar de que lo más razonable, ante las previsiones sanitarias, era mantener el servicio.
Con el pronóstico cada vez más negativo de afectación de la Covid-19, creemos que es importante recordar el papel clave de los SAD y la necesidad de apoyar a las empresas que proveen estos servicios para ofrecer a las personas mayores y con dependencia la mejor atención posible .
Quique Gómez
Director técnico de Dependentia