El papel activo de la familia en el proceso de recuperación es importantísimo. Ya sea una patología cuya consecuencia es una deficiencia motriz puntual o presente consecuencias a largo plazo, necesitará un apoyo externo que ayudará en gran medida a su pronta recuperación. Aunque pueda parecer algo evidente, no siempre es así. Hay ocasiones en las que el entorno familiar supone un impedimento o enlentecimiento del proceso de rehabilitación. ¿Por qué sucede esto? No hay una respuesta universal a esta pregunta. Y es que cada unidad familiar es única, con sus pros, sus contras, sus circunstancias y su saber hacer, y será necesario adaptar las sesiones de rehabilitación a cada caso concreto.
Claro está que no es el único factor determinante en la rehabilitación. Para concretar un poco más, enumeramos los factores importantes que desde la visión de un fisioterapeuta a domicilioson relevantes y que solemos afrontar durante un corto o largo periodo de tiempo:
- Patología y edad del paciente: La complejidad y la duración del proceso de rehabilitación van estrechamente vinculados a estos dos factores.
- Expectativas y objetivos del paciente y familiares: No siempre son objetivos comunes.
- Patologías previas: existencia de otras patologías previas a la actual que puedan dificultar la rehabilitación (deterioro cognitivo, patología neurológica, etc.)
- Domicilio en el que se va a llevar a cabo la rehabilitación: ¿es el propio domicilio del paciente? ¿Está de forma temporal en casa de algún hijo mientras dura la recuperación?
- Barreras arquitectónicas dentro y en los accesos al domicilio: existencia de mucho mobiliario que impida el libre movimiento del paciente, bañeras que dificulten el acceso a la ducha, alfombras en el suelo, poca luminosidad, puertas estrechas, camas muy altas, no existencia de ascensor en la finca, suelos resbaladizos, etc.
- Entorno familiar: número de miembros que componen la unidad familiar, nivel socio-cultural de ésta, calidad de los vínculos afectivos, predisposición del entorno a participar activamente en el proceso de rehabilitación, detección del cuidador principal si es que lo hay, calidad de la comunicación entre ellos y hacia el propio paciente, etc.
Y es que, como acabamos de ver, hay muchos elementos que pueden definir, enriquecer o empobrecer la calidad de la rehabilitación. Como fisioterapeuta hacer partícipe al entorno directo del paciente durante el proceso de recuperación será parte de nuestro trabajo. Para ello llevaremos a cabo:
- Una óptima planificación de las sesiones.
- Establecer unos objetivos realistas comunes.
- Solucionar preguntas relativas a la patología del paciente.
- Hacer del familiar un elemento activo durante las sesiones de rehabilitación y cuando el profesional no esté presente.
- Enseñar técnicas de movilización, transferencias, y técnicas a familiares o cuidador principal.
- Establecer canales de comunicación paciente-familiar-cuidador.
Estar bien informados nos hace a profesionales y no profesionales más capaces para afrontar una determinada situación mas a un cuando tratamos con personas que necesitan especial atención.
Patricia Rubio Ovejero
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