Se acercan épocas de vacaciones y a todos nos gusta aprovechar unos días para disfrutar el buen tiempo, la cultura, la aventura, ciudades paisajes y entornos que no conocemos…Las personas con discapacidad también tienen derecho a disfrutar de “las merecidas vacaciones” pero no siempre es fácil.
Las personas con discapacidad se encuentran muy a menudo con dificultades para poder hacer sus actividades de ocio y en concreto para disfrutar de unas vacaciones “normalizadas”, es decir como cualquier otra persona.
Las personas con discapacidad también tienen derecho a hacer vacaciones
Según la declaración de derechos humanos de la ONU, Todos los miembros de la sociedad tienen los mismos derechos humanos, que incluyen derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales.
Pero ¿qué ocurre si tenemos una discapacidad que dificulta la realización de nuestras actividades cotidianas? La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad es un tratado internacional en el que se recogen los derechos de las personas con discapacidad así como las obligaciones de los Estados Partes en la Convención de promover, proteger y asegurar esos derechos.
Tanto la declaración de los derechos humanos como la Convención sobre los derechos de personas con discapacidad, establecen que todas las personas tenemos derecho a no ser discriminados. Sin embargo, a la hora de la verdad, existen facilidades y dificultades que nos encontramos cuando hay una discapacidad.
La dificultad de planificar las vacaciones
A menudo, el primer problema lo encontramos en el momento de planificar estas vacaciones. Esto es debido a que no siempre es fácil saber realmente la accesibilidad en los distintos destinos, ya que a menudo la información turística no es suficientemente clara, cuando no es directamente inexistente.
El concepto de accesibilidad desde el punto de vista de la legalidad se desarrolla a partir de reglamentos que no siempre se cumplen y además es frecuente que la información turística indique símbolos del grado de accesibilidad, pero las asociaciones de discapacitados califican de confusa esta información. El hecho que un hotel cuente con el símbolo de la silla de ruedas, significa que es accesible para personas con problemas de movilidad, pero no quiere decir que ese establecimiento turístico esté adaptado, porque existen muchos tipos de discapacidad funcional.
Hoteles accesibles y adaptados en todos los servicios
En caso de movilidad reducida el consejo es pedir algunas fotografías de la habitación adaptada, del baño (muy importante) y, también de las zonas de ocio, espacios comunes, piscinas, zonas de actividades, porque a menudo el hecho de disponer de habitaciones adaptadas, para cumplir la ley, no implica que el acceso al resto de servicios del hotel esté garantizado.
En el proceso de selección de hotel es importante tener en cuenta que éste se encuentre en una zona accesible y cerca de algún transporte público adaptado para evitar sorpesas cuando salgas por la puerta principal y garantizar que puedas moverte por tu destino de vacaciones de una forma fàcil y económica. ¿De qué te sirve un hotel accesible si se encuentra en una zona de cuestas, con escaleras o adoquinada?
Monumentos, museos y puntos de interés
También es recomendable informarse sobre los museos o atractivos turísticos que se quieran visitar durante el viaje. En España los museos completamente accesibles para personas con discapacidad pueden contarse con los dedos de las manos. Entre ellos, el Guggenheim de Bilbao, el Museo del Hombre y la Naturaleza del Cabildo de Tenerife, el Museo Thyssen-Bornemisza, la Casa Encendida y el Kursaal de San Sebastián. En esta guía del Portal de la Oficina de Turismo de España se pueden consultar los principales monumentos, museos y puntos de interés accesibles para todos.
Una buena opción para organizar las vacaciones de una persona con discapacidad es recurrir a una agencia de viajes especializada. Estas agencias, como Accesitravel, Ocio y Turismos Accesibles, Viajeros sin límites o Travel for all, se ocupan de todo: gestionar los desplazamientos, buscar los hoteles accesibles e incluso, si es necesario, contratan intérpretes…y hacen mucho más fácil la preparación de las vacaciones.
Aunque si la persona discapacitada o su familia prefiere organizar ella misma sus vacaciones, es importante informarse sobre los distintos medios de transporte para saber cual se adapta mejor a las necesidades de cada viajero. Tren, avión, autobús o barco no importa, si se reserva con tiempo la plaza y se solicita la asistencia necesaria para evitar sorpresas desagradables.
Servicios de asistencia
Si viajamos en tren, por ejemplo, Renfe dispone de Atendo, un servicio gratuito de Atención y Asistencia a viajeros con discapacidad o movilidad reducida. Asimismo muchos aeropuertos y compañías aéreas facilitan asistencia gratuita desde la llegada a la terminal hasta subir al avión. En caso de viajar en avión, también es imprescindible que le pida a su médico que rellene el formulario INCAD o MEDIF. Gracias a este formulario todos los servicios implicados en el vuelo (escalas a la salida y llegada, equipaje, servicios técnicos por el material complementario eventual: oxígeno, camilla…) estarán informados y el trayecto trascurrirá de forma segura.
Ahora que ya sabemos dónde vamos a ir de vacaciones, cómo llegar, qué hacer y qué visitar, sólo nos hace falta hacer la maleta y disfrutarlas.