Para personas con movilidad reducida, los obstáculos en el hogar pueden suponer una gran barrera que limita su autonomía y seguridad. Por eso, es importante adaptar la casa para que la salud esté por encima de todo.
Las personas con movilidad reducida deberían vivir en casas pensadas, diseñadas y equipadas para ellas. Vivir en un entorno cómodo y accesible donde se puedan prevenir ciertos peligros y tener todo lo necesario al alcance es la mejor manera de mejorar su calidad de vida.
Cómo adecuar la casa para personas con movilidad reducida
Hacer pequeños cambios en el hogar, como bajar las encimeras de la cocina o ampliar el marco de la puerta, puede significar mucho en la mejora de la calidad de vida de las personas con movilidad reducida. Estas reformas convierten un espacio lleno de obstáculos y dificultades en un entorno en el que sentirse completamente seguro.
Adaptar una casa para personas con problemas de movilidad es un derecho y es más sencillo de lo que parece. Eliminando ciertas barreras, las personas con movilidad reducida podrán sentirse mucho más cómodas y seguras. Una vivienda accesible es, por lo tanto, aquella en la que todos sus habitantes se pueden mover de manera libre y sin topar con obstáculos.
Algunas de las medidas para adaptar la casa para personas con movilidad reducida son:
- Eliminar las escaleras y sustituirlas por rampas o elevadores eléctricos y plataformas salvaescaleras
- Mantener el hogar ordenado evitando la acumulación de objetos innecesarios
- Evitar muebles demasiado grandes que ocupen mucho espacio
- Evitar las alfombras y otros elementos decorativos en el suelo que favorecen los traspiés
- Utilizar suelos antideslizantes y lisos
- Señalizar los desniveles con tiras antideslizantes
- Instalar camas articuladas ortopédicas
- Colocar los enchufes e interruptores a una altura mínima de 40 cm
- Evitar que los cables estén por medio y por el suelo
- Bajar la altura de los muebles de la cocina
- Eliminar la bañera y cambiarla por una ducha con acceso a nivel del suelo
- Colocar barras de apoyo en la ducha y junto al lavabo
- Cambiar la grifería en el baño y la cocina para que sea monomando y a la altura adecuada
- Ampliar el ancho de las puertas como mínimo a 80 cm, sobre todo si vive una persona con silla de ruedas o con andador
- Sustituir las puertas por unas correderas
- Instalar sistemas domóticos que controlen luces, sistemas de seguridad o electrodomésticos, por ejemplo, con la voz
Beneficios de adaptar la casa para personas con movilidad reducida
Una persona con dificultades de movilidad debe adaptar su casa cuanto antes. No se trata de esperar a sufrir una caída o un accidente, sino de prevenir esos problemas y eliminar las barreras arquitectónicas que dificultan el día a día.
Tener una casa accesible es tan importante como contar con la ayuda de un cuidador en casa, y asegura, a su vez, vivir con más comodidad y seguridad. Una persona con movilidad reducida que vive en una casa accesible gana en:
- Seguridad. Una vivienda adaptada a personas con movilidad reducida hace que esta sea, sobre todo, más segura. Algunos cambios, como un mejor acceso al baño o ampliar las puertas, ayudan a prevenir caídas, lesiones o daños.
- Comodidad. Un hogar adaptado permite que las personas con movilidad reducida puedan disfrutar más y mejor de sus casas. Un hogar accesible previene problemas futuros y permite que las personas puedan envejecer en él.
- Autonomía. Las personas con movilidad reducida pierden, en muchos casos, su independencia y necesitan de otras personas para llevar a cabo tareas diarias. Si se adecua la casa a sus necesidades se conseguirá retrasar, o evitar, esta ayuda adicional y podrán seguir siendo personas autónomas.
Además de estos cambios en el hogar, las personas con movilidad reducida pueden contar con el soporte y la ayuda de los servicios a domicilio, que les permitirán seguir siendo autónomos sin dejar de recibir la ayuda necesaria, por ejemplo, para vestirse, cuidarse las heridas o limpiarse.