¿Qué comer en verano para combatir el calor?
El verano trae consigo altas temperaturas, días más largos y muchas más horas al aire libre. Combatir la deshidratación, el cansancio y la sed resulta indispensable en estos meses y, para ello, es importante adecuar la dieta.
En verano el estilo de vida y la rutina se ven modificados. Y, por lo tanto, seguramente también la alimentación. Pese a ello, el cuerpo agradece comidas ligeras que satisfagan las necesidades de alimentos y líquidos y que, a la vez, nos mantenga frescos.
Es importante, que esta dieta sea equilibrada y saludable y que las frutas y las verduras con un alto contenido en agua sean la base principal de las comidas veraniegas. Además de saciar la sed y mantener el cuerpo hidratado, ayudan a nutrir la piel.
Consejos para seguir una buena dieta
Muchas personas abandonan los buenos hábitos durante las vacaciones y/o el verano, aunque la realidad es que lo más beneficioso para la salud es mantener el estilo de vida saludable todo el año. En verano, por lo tanto, la alimentación debe basarse en vegetales, y el ejercicio y la actividad física también deben realizarse con regularidad. Es importante:
- Beber suficiente agua al día
- Recuperar la dieta mediterránea
- Aumentar el consumo de frutas y verduras
- Apostar por las frutas de temporada de postre
- No olvidar incorporar legumbres en las recetas de verano
- Vigilar y tomar precauciones con ciertos alimentos
- Llevar una vida activa
Comer rico y saludable en verano
En verano es importante consumir comida fresca y alimentos ricos en agua que ayuden al organismo a mantenerse hidratado. Además, de igual manera que la alimentación se adapta a esta estación, también lo hace la forma de cocinar.
En verano se usa menos el horno y se preparan más recetas frescas y saludables, como el gazpacho y las ensaladas.
- Las frutas más populares en verano son, sin duda, la sandía y el melón, ambas de temporada y compuestas por un elevado porcentaje de agua. El melocotón y la nectarina también son muy socorridas, en verano, y destaca su capacidad antioxidante. Y las fresas y la piña son ricas en agua, pero también en fibra, por lo que son adecuadas para evitar el estreñimiento.
- Las verduras también son importantes en los platos de verano. Un vegetal rico en fibra es el espárrago, que, en conserva, enriquece su cantidad de agua. También es perfecto para el verano el pepino, que tiene un alto contenido en potasio y ayuda a prevenir la retención de líquidos.
- Las ensaladas son un gran plato para luchar contra las altas temperaturas de los meses estivales. Además, ofrecen miles de combinaciones y pueden incluir frutas, cereales, legumbres o frutos secos.
- Las legumbres son muy beneficiosas para el organismo, también en verano, y es que son muy versátiles en la cocina. Solamente hay que cambiar la manera de cocinarlas. En estos meses de calor no apetecerán platos de cuchara, pero se puede preparar una ensalada de lentejas, hummus o judías con cuscús. Por ejemplo, una ensalada de garbanzos lo tiene todo si se mezclan bien sus ingredientes. Es saludable, se toma fresquita y aporta muchísimos nutrientes al cuerpo.
- El helado también es una opción muy aclamada durante estos meses, tanto por los más pequeños de la casa como por los adultos. Para que sea una propuesta saludable se aconseja preparar helado casero con frutas frescas o helado de yogur, que tiene menos calorías y grasas que los industriales.
- Por el contrario, en verano se aconseja disminuir el consumo de grasas y proteínas animales. También evitar los azúcares, que no ayudan a rebajar el calor corporal.
- Tampoco es recomendable tomar líquidos excesivamente fríos, porque pueden propiciar un efecto rebote del cuerpo, que luchará por contrarrestar ese frío.
¿Y cuál es la mejor bebida para el calor?
Una buena hidratación es imprescindible, pero no solo en verano, sino durante todo el año. Eso sí, en una época tan calurosa como el verano hay que poner especial atención. La bebida más recomendable es el agua. Cuando no se bebe suficiente y aparece la deshidratación, se incrementa el riesgo de sufrir dolores de cabeza, cansancio muscular, retención de líquidos, problemas de piel… Además de agua, se pueden beber infusiones frías, zumos y sopas o cremas frías, como la vichyssoise o el gazpacho, que, gracias a los vegetales, proporcionan muchos beneficios para la salud. Todo ello, sumado a las frutas y las verduras con alto contenido en agua, asegura la dosis recomendada para mantener el cuerpo hidratado a diario.