La fibromialgia es una enfermedad crónica a largo plazo. Causa dolor muscular generalizado, dolor articular y fatiga. El dolor puede aparecer y desaparecer sin previo aviso. No hay una causa conocida, aunque ciertos factores, como el estrés y la genética, pueden predisponer a alguien a padecer la enfermedad. Aunque no existe una cura, los medicamentos, los cambios en el estilo de vida y otras terapias alternativas ofrecen alivio a las personas que la sufren.
La fibromialgia afecta a las personas física, mental y socialmente. Y puede ocurrir en personas de todas las edades, incluidos los niños. Entre los síntomas, el dolor en los músculos, los ligamentos y los tendones suele ser un denominador común entre los que la sufren, pero su complejidad es alta y presenta muchos otros síntomas, que varían en cada persona.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas de la fibromialgia pueden variar en intensidad. La fatiga, las alteraciones del sueño (como la apnea del sueño o despertarse con sensación de agotamiento), las dificultades cognitivas (problemas de memoria o para pensar con claridad) y la rigidez son los síntomas más habituales y aquellos que se repiten en la mayoría de los pacientes.
Otros síntomas de la fibromialgia incluyen:
- migrañas
- dolores de cabeza
- depresión
- ansiedad
- problemas para concentrarse o prestar atención
- dolor pélvico
- vejiga irritable o hiperactiva
- ojos secos
No existe una prueba que diagnostique definitivamente la fibromialgia. El diagnóstico se basa en un examen físico, en los síntomas y en la historia médica y familiar del paciente.
Las personas con fibromialgia tienden a ser muy sensibles a un dolor que no incomodaría a la mayoría de las personas. En el momento de diagnosticarla, el dolor generalizado debe estar presente durante tres meses y debe estar acompañado de la fatiga y otros síntomas, como los problemas de concentración y memoria, la falta de sueño o los síntomas de depresión, entre otros.
¿Qué causa la fibromialgia?
A pesar de las numerosas investigaciones sobre ella, se desconoce con exactitud qué causa la fibromialgia. Algunos estudios apuntan que la causa principal es una teoría de impactos múltiples que involucra una disposición genética complementada por un desencadenante, o un conjunto de desencadenantes, como pueden ser una infección, el trauma y el estrés. Estos incluyen:
- Cambios en las rutinas diarias.
- Cambios en la dieta o mala alimentación.
- Fluctuaciones hormonales.
- La falta de sueño.
- El estrés emocional.
- Cambios de tratamiento.
- Cambio en los patrones de sueño.
- Cambios de clima o temperatura.
Localizar los puntos clave
Los dolores de la fibromialgia se localizan en 18 puntos clave del cuerpo, también denominados puntos gatillo, que se sitúan alrededor de la columna vertebral, el cuello, la columna dorsal, la lumbar, los codos, las rodillas y las caderas.
Los profesionales sanitarios comprueban cuántos de estos puntos son dolorosos presionando firmemente sobre ellos.
Los puntos gatillo más comunes son:
- nuca
- parte superior de los hombros
- parte superior del pecho
- caderas
- rodillas
- codos externos
Prevención y tratamiento
Prevenir la fibromialgia es complicado, ya que la ciencia todavía no ha podido responder a las causas que la provocan. Como pauta genérica, los médicos recomiendan:
- Minimizar el estrés.
- Consumir una dieta nutritiva.
- Dormir lo suficiente.
- Mantener un peso saludable.
- Controlar la artritis, la depresión u otras afecciones.
- Mantenerse activo y hacer ejercicio con regularidad.
Del mismo modo, no existe tampoco un tratamiento o una cura concreta para afrontar la enfermedad. Salvo en casos puntuales, algunos medicamentos y cambios en el estilo de vida pueden mejorar los síntomas:
- Antidepresivos.
- Terapia cognitivo-conductual.
- Hábitos de sueño mejorados.
- Analgésicos recetados y de venta libre.
- Técnicas de manejo del estrés.
- Entrenamiento de fuerza y ejercicio.
Diferente cuando afecta a mujeres y hombres
Los síntomas de la fibromialgia suelen ser más graves en las mujeres que en los hombres. Las mujeres tienen más dolor y mayor fatiga matutina que los hombres. Además, los períodos dolorosos también son comunes.
Durante la menopausia también suele producirse un empeoramiento de la enfermedad. En este caso, lo que complica las cosas es el hecho de que algunos síntomas de la menopausia y la fibromialgia suelen ser casi idénticos.
Los hombres también padecen fibromialgia. Sin embargo, pueden permanecer mucho tiempo sin diagnosticar porque se considera una enfermedad predominantemente femenina. Pero las estadísticas actuales muestran ya lo contrario.
Los hombres sufren del mismo modo el dolor severo y los síntomas emocionales más habituales. La gran diferencia es la aceptación y la respuesta, porque muchos optan por aguantar un dolor que consideran normal y descartan visitar a un médico ante la posibilidad de que sus quejas no se tomen en serio.
Dr. Carles Rabassa
Director Médico de Atlàntida