La discapacidad es un concepto que, afortunadamente, ha ido evolucionando a lo largo de la historia. En sus inicios las personas con discapacidad eran discriminadas, estigmatizadas y segregadas ya que el término discapacidad conllevaba una connotación negativa. Después evolucionó hacia una perspectiva asistencial paternalista basada en el cuidado y en la dependencia, pero en el año 1982 se aprobó la Ley de Integración Social del Minusválido que marcó una gran diferencia para la historia. A partir de entonces empezó a evolucionar el modelo social o perspectiva socio-educativa desde la que se considera a la persona con discapacidad digna de todos los derechos, incluidos los de inserción social, fomentando su inserción laboral y la educación basada en el soporte. La asistencia a la discapacidad ya no fomenta la dependencia, sino la productividad.
¿Qué se entiende por discapacidad?
La discapacidad comprendida desde el modelo de diversidad contempla el contexto social como factor determinante, ya que entiende la discapacidad como una disfunción estable y persistente, física, intelectual o psicológica que se deriva del individuo con limitaciones para el entorno con una necesidad de ajuste contextual.
Tipologías y diagnóstico
- Discapacidad motriz
Falta, deterioro o alteración de una o más partes del cuerpo que provocan una dificultad o imposibilidad del desarrollo motriz. El trastorno más común es la Parálisis Cerebral.
Para detectar la discapacidad motriz se ha de prestar atención al desarrollo psicomotor (cómo se mueve…), al aspecto físico (malformaciones…), su interacción con el contexto, desarrollo del lenguaje, de la motricidad fina y de la gruesa. En esta observación es importante la participación de los educadores, posteriormente existen pruebas técnicas como WISC o test de Bender que sirven para finalizar el diagnóstico.
- Discapacidad sensorial
Puede ser visual o auditiva. Este tipo de discapacidad provoca una percepción y procesamiento de la información disfuncional que entorpece el desarrollo cognitivo, de las capacidades espaciales, del leguaje y de las relaciones interpersonales.
Para el diagnóstico de la discapacidad auditiva se utilizan tanto métodos objetivos como subjetivos. Los primeros se basan en el análisis de las modificaciones fisiológicas y las pruebas subjetivas analizan el comportamiento de la persona ante estímulos auditivos. La deficiencia puede ser leve, moderada, severa, profunda o total.
Por otro lado, según la CIE-10 existen cuatro niveles de discapacidad visual. Deficiencia ligera, moderada, grave o ceguera. El diagnóstico se basa en el campo de visión y la agudez visual.
- Discapacidad intelectual
Conlleva limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en la conducta adaptativa. Se desarrolla antes de los 18 años y de forma crónica. Uno de los trastornos más comunes es el Síndrome de Down.
Para su diagnóstico se contemplan las limitaciones en las habilidades adaptativas conceptuales, sociales y prácticas en diferentes grados según el DSM-V: discapacidad leve, moderada, grave o profunda.
- Discapacidad psíquica
Dada por trastornos que conllevan alteraciones o deficiencias al pensar, sentir y relacionarse como por ejemplo el Trastorno del Espectro Autista o el Síndrome de Asperger.
Para su diagnóstico son necesarias una serie de pruebas estandarizadas de nivel intelectual y conducta adaptativa.
¿Cómo intervenir en la familia ante una diagnosis?
Un diagnostico de discapacidad resulta ser una noticia verdaderamente impactante e inesperada para los padres que acostumbra a desarrollar emociones negativas. Es por eso por lo que es necesario un asesoramiento profesional para reeducar y redirigir estas emociones.
La forma en que el profesional transmite la información a la familia es clave para dichos procesos, por eso es muy importante cuidar la sensibilidad, la cantidad y la calidad de la información que se transmite. Es muy importante dar toda la información necesaria del diagnóstico y facilitar guías educativas y comportamentales para minimizar al máximo el sentimiento de inseguridad e incertidumbre de los padres que únicamente acarrea consecuencias negativas.
¿Cómo se puede hacer el acompañamiento a personas con discapacidad motriz?
La discapacidad motora por si sola no debe ser motivo para la escolarización en centros especiales. Lo ideal es que los centros ordinarios dispongan de los recursos para facilitar la adaptación de los niños con discapacidad motriz.
En términos generales, se ha de garantizar una mayor accesibilidad y movilidad, mayor atención sanitaria (atención psicológica, rehabilitación, control postural…), fomento del desarrollo lingüístico y comunicativo en función de la discapacidad, y finalmente la formación y la orientación de la empresas respecto a los beneficios de la formación de las personas con alguna discapacidad para fomentar su inserción laboral.
¿Cómo se hace el acompañamiento a personas con discapacidad intelectual?
En la intervención educativa de las personas con dependencia se lleva a cabo el modelo de calidad de vida, con unas estrategias específicas para una transformación de la cultura y las prácticas de apoyo. Las ocho dimensiones del modelo que se tratan de mejorar para mejorar la calidad de vida son:
- Bienestar emocional.
- Bienestar material.
- Bienestar físico.
- Relaciones interpersonales.
- Desarrollo personal.
- Autodeterminación
- Inclusión.
- Derechos.
El trabajo con las dimensiones de la calidad de vida junto con la identificación de las necesidades de apoyo evaluadas, servirán para diseñar el plan individualizado de apoyo a la persona.
¿Cómo se hace el acompañamiento a personas de discapacidad sensorial?
Por un lado, las ayudas técnicas son de gran ayuda para facilitar el día a día y la accesibilidad. En el caso de la discapacidad auditiva existen los implantes auditivos que facilitan el desarrollo comunicativo y en el de la discapacidad visual consideramos el conocido sistema Braille y ayudas visuales como lupas o telemicroscopios. Además deben darse otras consideraciones en las aulas como la iluminación, la situación en clase, actividades y metodologías específicas con el fin de compensar las deficiencias, etc.
Resulta útil e interesante fomentar la comprensión de las circunstancias personales, un mayor conocimiento de su persona y limitaciones, así como mejorar la autonomía personal y sus habilidades y asegurar la identidad y la autoestima, ya que la discapacidad sensorial afecta al desarrollo del niño en muchos ámbitos, como el comunicativo, el cognitivo, el socioemocional, las competencias sociales y más. Es por ello que el acompañamiento debe ser integral sin dejar de lado la importancia de la intervención en el ámbito familiar para el desarrollo afectivo, la seguridad emocional, el juego, el desarrollo social y la autonomía personal.
En definitiva, es normal que, al dar el diagnostico la familia se plantee una serie de preguntas relacionadas con el tipo de discapacidad, como el origen y la causa de la enfermedad, las repercusiones futuras en el desarrollo del niño, incluso la posible recurrencia de dicha discapacidad en futuros embarazos. Para calmar estas inquietudes, es muy importantetanto la forma en que se da el diagnóstico, toda la información que se proporciona y el apoyo facilitado posteriormente, para disminuir el estrés, la incertidumbre y mejorar la adaptación cognitiva y actitudinal hacia la nueva situación por parte de a familia. Por otro lado, el acompañamiento que se da a las personas con discapacidad es vital para facilitar su participación e inclusión en la vida cotidiana.
Por Raquel Vilches Carrión, del equipo de psicologia de Dependentia